El pasado viernes parecía un día normal en la Casa de la Cultura de Antofagasta. Las puertas del inmueble estaban abiertas de par en par para cualquier curioso visitante que quisiera conocer un poco más de la ciudad; sin embargo, algo cambió la rutina aquella mañana cuando por el umbral cruzaron 3 representantes de la Fundación Procultura con un documento en mano y una sola misión: convencerlos para que los dejaran restaurar el frontis del lugar.

La solicitud es parte de una desesperada carrera contra el tiempo de la fundación del psiquiatra Alberto Larraín por conseguir fachadas del casco histórico de Antofagasta que quieran ser restauradas, esto dentro del convenio firmado con el Gobierno Regional que consiste en la intervención de 2.400 mts2 a cambio de 629 millones de pesos. 

Recordemos que esta millonaria asignación directa que ha sido férreamente defendida por el Gobernador Regional Ricardo Díaz, fue presentado en su origen en el CORE como labores para restaurar frontis que hubiesen sido afectados con rayados producto del estallido social. Sin embargo, el Caso Convenio puso en tela de juicio los traspasos de fondos a las fundaciones, derivando luego en que los 3 inmuebles que ProCultura se proponía pintar en un comienzo, desistieran de tal ofrecimiento. 

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Los plazos para cumplir con el convenio adjudicado se están acercando a su fin; de ahí que la fundación necesita reponer sí o sí el metraje comprometido para luego acudir al gobernador Ricardo Díaz para un «salvataje» que les permita extender en 4 meses el programa. Pero el camino no ha sido fácil.

Los llamados de ProCultura y el «NO» municipal

La presencia de personeros de dicha fundación en la Casa de la Cultura no es nueva, aseguran funcionarios del lugar. Antes que explotara el caso convenios ya se habían acercado para intentar incorporar el inmueble a las fachadas del convenio en cuestión; sin embargo, en esa oportunidad no se logró concretar porque el inmueble es Monumento Histórico; de ahí que intervenirlo requeriría permisos especiales. Sin embargo, y pese a ese rechazo inicial, el viernes pasado volvieron a la carga.

Fue una funcionaria de planta del lugar quienes los recibió esta vez, y les explicó que ella no podía firmar el documento que traían para comprometer la participación del inmueble en la pintura de fachadas pues al ser un edificio municipal, era su jefatura quien debía acceder a aquello.

Según fuentes consultadas por este medio, no pasaron ni 24 horas cuando el teléfono de la misma funcionaria municipal volvió a sonar: era nuevamente la gente de ProCultura insistiendo en la solicitud de que aceptaran ser parte del programa. Sin embargo, la mujer les reiteró el conducto regular.

De inmediato se encendieron las alarmas en la casa consistorial.

Consultado el alcalde Jonathan Velásquez sobre este hecho, confirmó el contacto de la gente de ProCultura y adelantando que descartarán de plano ser parte del convenio por todas las críticas que este ha despertado en la comunidad.

«Yo no me prestaré para sus chanchullos», indicó Velásquez a nuestro medio.

«Estamos en los últimos días de búsqueda»: El documento de ProCultura

En el documento que entregó ProCultura a la Casa de la Cultura (ver al final de la nota), se lee que es una invitación para ser parte del «Proyecto de Recuperación de Fachadas Zona de Conservación Histórica de Antofagasta». Destacando que «estamos en los últimos días de búsqueda e inscripción de los inmuebles que serán parte de este programa».

La carta-compromiso también especifica que la intervención de la fachada no conlleva costo para el beneficiado, y que en caso de acceder, deben contactarse con un número que ahí aparece, el cual corresponde a la arquitecta coordinadora del proyecto.

La propuesta de ProCultura también establece un punto que llamó la atención de quienes administran la Casa de la Cultura, pues propone que la elección final de colores con los que será intervenido el inmueble, se realizará por medio de «instancias participativas para la definición de paletas de colores que serán propuestos por el equipo ejecutor a los beneficiarios de este proyecto».

Situación compleja, aseguran fuentes al interior de la Casa de la Cultura, pues no explica la metodología de esa encuesta y si estos colores que se elegirán se ajustan o no a un criterio histórico-municipal.

A la espera del salvataje del GORE

El escenario es adverso para ProCultura, fundación que también suma la oposición de algunos consejeros y parlamentarios quienes piden terminar con el millonario convenio; sin embargo, la última palabra la tendrá el Gobierno Regional, liderado por Ricardo Díaz, quien podría permitir la extensión en 4 meses para el cumplimiento del programa.

Escenario, frente al cual todavía existe hermetismo por parte de dicha autoridad, sumado a la incertidumbre sobre los pasos a seguir en caso que la fundación no logre conseguir las fachadas a intervenir.  

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